Jerarquía
Merced al condicionamiento que nos ha brindado la sociedad moderna-post moderna, hoy contemporánea, y que son en Occidente y el resto del mundo las mismas ideas democráticas e igualitarias amén de las neoliberales, capitalistas, tecnócratas, nacional socialistas, socialistas, comunistas, maoístas y un largo etcétera, es casi imposible admitir la idea de la manifestación de la jerarquía.
¿Qué es la jerarquía?, se preguntan los contemporáneos.
En primer lugar debe señalarse que la jerarquía no guarda relación con esto o aquello, o tal o cual persona, cosa o ideología.
De hecho, la jerarquía existe de por sí y se manifiesta en toda la naturaleza y los seres que la habitan. De modo que, como la Certeza, no necesita ninguna demostración puesto que no hay que ver más que la construcción de los distintos reinos naturales y las variedades de opiniones que nos ha presentado la Historia desde que ella es narrada. No es por lo tanto como casi todas las otras realidades que se presentan directamente a la conciencia como válidas, exactas, algo que demande una demostración, pues son imponderables y suficientes más allá de su procedencia y no necesitan, por lo tanto estos conceptos ninguna explicación y menos una interpretación, siempre tendenciosa.
Todo ello se basa en la realidad de los efluvios divinos, de las Emanaciones de la Mente Creadora que van desde lo no manifestado a la manifestación formal pasando por diferentes grados de cristalización hasta llegar finalmente al mundo donde vivimos. → Nombres Divinos.
También en el Cielo –o el más allá– tal cual lo describen otras Tradiciones existen igualmente estas energías invisibles que se propagan para luego ser conocidas a través de los sentidos o las ideas accediendo, tal vez, a estados abismales de Conocimiento de manera intelectiva, o sea lo que Guénon entiende por la intuición intelectual.
De más está decir que en un mundo como el actual no existen jerarquías de ninguna naturaleza y las instituciones que pretenden representarlas son la mayor prueba de este aserto. Pero también testifican, pese a su corrupción, distintos modelos del Universo que van del Creador a la creatura.
No hay dos cosas iguales en el mundo y este es el principio que sustenta básicamente a la jerarquía, ya que estas diferencias se corresponden asimismo con las de las → castas.
La Ciudad Divina ha sido por siglos el modelo de la ciudad humana, así como lo fue de la universidad que es hoy día una parodia de la Verdad. Y ni que hablar de las jerarquías administrativas y las políticas anquilosadas en problemas irresolubles de por sí, y que los hombres hemos procurado por nuestra propia mano; o los grados militares, que vaya a saber cuántas monstruosidades ocultan en sus repliegues, según puede verse en las guerras contemporáneas; la deshumanización de éstas y sus posibilidades destructivas exceden, con creces, la posibilidad de terminar con este planeta e incluso de desencadenar otros movimientos en nuestra galaxia, cambiándose la faz de la Tierra en el aspecto más amplio de este término. Es decir siendo otra la realidad conocida. → Dioses-Diosas 11. → Jerarquías Celestes.