DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Luna

Hermano, hermana o esposa del sol refleja su luz en la noche como luminaria a veces imprescindible. Tiene también poder sobre todos los fluidos y fundamentalmente marca el tiempo en las cuatro semanas, o estaciones del mes, o en las cincuenta y dos del año en conjunción con el sol, o en otras de mayor alcance llamadas eclipses donde juega con los ciclos del sol y la tierra, períodos que la antigüedad conocía, estudiados en un ciclo de dieciocho años (y fracción) –casi con seguridad caldeo– denominado Saros por un lexicógrafo griego (Suidas) que lo describió. Igualmente, Metón observó un ciclo muy parecido donde las fases de la luna se repiten casi exactamente luego de 19 años, en periodos de luna llena o nueva, que se utiliza para fijar la concordancia entre el año lunar y el solar.

Generalmente como medida del tiempo precede a la solar pues resulta más evidente en la extensión del mes, que no es tan corto como el día, ni tan largo como el año.

Lo sublunar es un mundo inferior a lo solar, pero superior a lo profano, por eso se suele representar a la Virgen María sobre la luna.

El ciclo profano se corresponde con el infierno de Dante (para dar una imagen), el Hades, o el Tártaro, el mundo que los Mayas llamaban Xibalbá. Se lo puede superar como un primer peldaño en el viaje de Conocimiento, o la Iniciación; su ciclo es el día, el giro que la tierra da sobre ella misma. El segundo peldaño se asocia con el viaje que el sol hace en el año y es la obtención del Hombre Verdadero, el jardín del Paraíso y el Conocimiento del Ser Universal. La tercera muerte es la experiencia de lo que No es, del No Ser y su posterior maridaje con lo que Es.

Este tercer ciclo es polar y se corresponde astrológicamente con la precesión de los equinoccios (25.920 años, o 26.000 en números redondos), un ciclo de tiempo indefinido para el ser humano, que sin embargo se dice, puede aspirar a ello. Selene-Diana Sol.

Ahora bien, les gana en admiración a todos el último de los astros, el más familiar para nuestras tierras y el que fue descubierto por la naturaleza para remediar las tinieblas: la luna. Multiforme y ambigua, fue una tortura para la inteligencia de sus observadores, que se indignaban de que el astro más próximo fuese el más desconocido, siempre creciendo o menguando, unas veces con su faz curvada en forma de cuernos, otras veces partida justamente por la mitad, otras redondeada en círculo; llena de manchas y de pronto resplandeciente; inmensa en su plenitud total y de repente reducida a nada; unas veces pernocta, otras veces, sale tarde y durante parte del día ayuda a la luz del sol, y otras está eclipsada, pero es visible a pesar del eclipse (ya que a final de mes se oculta y no parece que entonces esté en ese trance). Además, está alta o baja, pero tampoco esto conforme a una misma ley, sino que unas veces está cercana al cielo, otras próxima a los montes, o bien elevada al aquilón o descendida hacia los austros. Estas singularidades suyas fue Endimión el primer hombre que las advirtió; por eso cuenta la tradición su amor por ella. (…) (Plinio el Viejo, Historia Natural. Libro II, 9, 41).

Luna, regente del signo de Cáncer. Andrés de Li, Repertorio de los Tiempos. Toledo, 1546. Versión coloreada: Beatriz Ramada.
Andrés de Li, Repertorio de los Tiempos
Toledo, 1546. Versión coloreada: Beatriz Ramada