León
Rey de la selva asociado al sol por su color y potencia, su cabellera se vincula con sus rayos. Imagen del poder y del sexo masculino.
Emblema del evangelista Marcos su rugido es análogo a la rotundez de la transmisión doctrinaria; su impasibilidad es sinónimo de sabiduría y protección contra las energías disolutivas.
En la India Krishna es el león, el que también es tomado como la luz y la energía de la deidad. Igualmente en el caso de Buda como también en el de Jesús. Su rugido es la doctrina y el poder emanado de ella. Aparece en el Apocalipsis como uno de los cuatro animales vivos.
El león rojo de la alquimia corresponde al fuego filosófico y es uno de los estados de los misterios menores. En la simbólica de los niveles es la tierra –como el jaguar precolombino–, el águila es el aire y la serpiente el inframundo.
Como hemos dicho está vinculado con el principio masculino, y un signo zodiacal tiene su nombre.
Animal muy utilizado en simbolismo. Asociado a la fuerza bruta se lo ve domesticado por una mujer que le sostiene las fauces en la carta nº 11 del Tarot.
Arcano XI del Tarot de Marsella
Pasa echado casi todo el día, mientras su hembra (que no tiene melena) se encarga de la caza y manutención de las crías.
En el sur, entre los árboles de la floresta, la leona de la nieve trae prosperidad. Ella es la campeona de las bestias salvajes, galante e invencible. (Cantos de Milarepa, 4).
Solitario, el macho vive alejado de todo hasta que debe entrar en acción y poner en relieve su ferocidad.
Pero la hembra puede ser feroz y tan importante como la Sekhemet egipcia, una diosa íntimamente vinculada a Ra, el sol.
Muchas casas reinantes y lugares del mundo (en España, Francia y América, sin ir más lejos) utilizan su figura y nombre recurriendo a su autoridad. No en vano se le denomina el rey de la selva.
Recordar al profeta Daniel entre los leones y el sacrificio de los cristianos en la arena del circo.
En la iconografía de Mesopotamia el león es un elemento fundamental, en las cacerías que se hacían especialmente para atraparlos, e igualmente domesticados habitando los palacios de reyes y señores, pero siempre presente denotando la importancia que se les otorgaba en las civilizaciones que se crearon entre los ríos Éufrates y Tigris. → Tigre.
El león de Judá está en el origen de muchos de nosotros. Para los griegos una constelación honra el recuerdo del león de Nemea. → Heracles.
"Tres cosas bastan al magisterio: humo blanco, esto es, agua;
león verde, es decir, el metal de Hermes, y agua fétida."
M. Maier, Atalanta fugiens (37). Oppenheim, 1618.