Frío
Son numerosos los ejemplos encontrados en América de la partición en un par de opuestos-complementarios que tocaban a los fenómenos, seres y cosas; esto, como se sabe, se encuentra en la prácticamente totalidad de las Tradiciones estudiadas y comprende la íntegra escala de valores referida a cualquier tema, constituyendo una clasificación primaria de acuerdo a la visión de un cosmos dividido y empeñado en una constante batalla entre energías inversas. El mejor ejemplo de esto, por ser el más conocido es el de la dialéctica Yin-Yang en el Extremo Oriente. Este antagonismo es claro en la contraposición frío-calor, hoy todavía vigente en numerosos pueblos indígenas de México, Colombia, Perú y Chile, entre otros, y se halla referida en particular no sólo al medio ambiente sino a los alimentos cotidianos y otros, tales como artículos de labranza, etc. Esta particularidad ha sido muy estudiada en los últimos tiempos y tiene como característica especial que no se refiere exclusivamente a la temperatura de los cuerpos, o a los efectos que producen determinadas sustancias –aunque en algunos casos coinciden– sino a una escala de valores donde esta dicotomía o desarreglo, debe armonizarse en el equilibrio de los factores para producir la salud, tanto psíquica como somática. La división a que nos referimos abarca en menor grado, a la oposición húmedo-seco, correspondiendo lógicamente la humedad a lo frío, y el calor a lo seco. → Calor.