Surtido (o Miscelánea)
El Amor en la Edad de Oro. Pauwels Franck, c. 1585 -1589
Expresa la multiplicidad en todas sus formas y en los planos en que esta se manifiesta, incluida la biodiversidad. De hecho es algo indeterminado, bastante confuso, un tártaro mental a donde van a parar los pensamientos reiterativos de todos y en cualquier estancia. Pedimos un aplauso filial para el surtido, la tropa, y todo lo que estos han tratado de hacer siempre en vano. Y mucho más…
2. Inconmensurable lugar donde coexisten todas las posibilidades, es decir, el caos de lo que todavía no es, tal vez de lo que nunca será. O sea, un surtido que te la cuento.
3. Puede utilizarse de modo peyorativo refiriéndose a la montaña de ignorantes de hoy día. ¿¿Qué hacemos con el surtido??
Llegó, conduciendo a la noche, el gran Urano, y en torno de Gea, deseoso de amor, se extendió y se alargó en todas partes; mas el hijo desde el acecho tendióse con la mano izquierda, y con la derecha asió la hoz enorme, larga, de afilados dientes, y los genitales del padre con vehemencia amputó, y los echó tras de sí a dispersarse, después. Mas ellos no en balde de la mano escaparon; porque cuantas gotas surtieron, sangrientas, todas las acogió Gea; y con el volver de los años procreó a las fuertes Erinias y a los enormes Gigantes, coruscos en armas, que largas lanzas tenían en sus manos, y a las Ninfas que Melias llaman sobre la tierra infinita. (…)
Y más adelante, después de la maldición de Urano a toda su prole:
Maldiciendo a los hijos que él mismo engendró, el gran Urano, el padre solía con el apodo de Titanes llamarlos; decía que, tendiendo [las manos], con insolencia un grave acto habían cometido, de que, luego, habría seguido el tormento.
La Noche parió a la negra Kera, y a Moros odioso, y a Tánatos, y a Hipnos parió, y parió a la familia de Ensueños; sin yacer con nadie los parió la oscura Noche divina.
Y luego, al Vituperio y a la dolorosa Miseria y a las Hespérides que cuidan, allende el ínclito Océano, las bellas manzanas de oro y los árboles que las producen, y a las Moiras y a las Keras procreó, en el castigo implacables, [Cloto, Láquesis y Átropos, que a los mortales les dan, porque lo tengan, tanto el bien como el mal, cuando nacen,] que de los hombres y dioses las transgresiones persiguen; y nunca cesan las diosas en su ira terrible antes de darle duro castigo a cualquiera que peque.
Y parió aun a Némesis, pena a los hombres mortales, la Noche funesta; y, tras ella, parió a Engaño, a Filotes y a la Vejez funesta, y parió a la Lucha de alma violenta.
Luego, la Lucha odiosa parió a la Fatiga afligente y al Olvido y al Hambre y los Dolores que mueven el llanto y Riñas y Batallas y Carnicerías y Homicidios y Pleitos y Disputas y Palabras Fingidas y Mal Gobierno y Ruina, convivientes uno con otra, y al Juramento, que más a los hombres terrestres aflige cuando alguien, de intento, comete perjurio. (etc. etc.: Hesíodo, Teogonía, 176-187, 211-232, trad. Paola Vianello de Córdova).
4. ¿Cómo no vamos a ser nosotros mismos un surtido –si formamos parte de uno?
Mapa celeste, manuscrito iluminado. Bayerische Staatsbibliothek, Munich
Y todo lo que hay en ese surtido, es dual, pero el centro que lo ha emanado ha marcado a cada elemento con su sello, el del Centro, ¿puede haber mayor regalo que éste?