Polo
Poste ritual (Pole)
Noroeste de USA y Canadá
La idea de polo es universal y es la de una misma vibración que se polariza de modo dual, el cielo y la tierra, y la cabeza y los pies en la verticalidad del hombre.
La montaña, el obelisco y los postes (pole) de los indios del noroeste de U.S.A. simbolizan este hecho. La rotación polar y la solar se complementan estando la primera vinculada al ciclo mayor (la del sol en el año, o la precesión de los equinoccios), y la menor al ciclo solar en el día. Los dos giros son análogos –aunque están invertidos el uno respecto al otro– y coexisten formalmente como la noche y el día, o las dos serpientes enroscadas en el bastón de Hermes. Ambas representaciones, suelen simbolizarse en la esvástica, que gira inversamente a las agujas del reloj, o acompañando a las mismas; polar y solar respectivamente.
El hombre es atraído de modo sutil hacia la sumidad, aunque hace lo imposible por negarlo, en eso se resume el mundo moderno.
Por «extremidad del cielo» el Zohar alude a Kether, la primera sefirah, el Origen increado de la Manifestación universal, donde en efecto están «todos sus planes». Por otro lado, es interesante advertir que «extremidad del cielo» es como se designa al Principio (Tai-ki) en la tradición extremo-oriental, cuyo símbolo es precisamente la Estrella Polar, la que como sabemos también simboliza a Kether. (Francisco Ariza, La Obra de Federico González. Simbolismo, Literatura, Metafísica. Pie de nota 531).