DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Piedra

La piedra es el elemento más bruto de la naturaleza que los agricultores desechan de sus campos para sembrar y las juntan como toscos linderos en los que se apilan descuidadamente unas con otras entre sí. Los antiguos canteros tenían que pulir esas piedras para efectuar las construcciones pertinentes. Por ello en la Masonería se establece una diferencia entre la piedra bruta por ser el elemento menos inteligente y sensible de la tierra y la piedra pulida como dos opuestos relacionados con el principio y el fin de la obra de iniciación. Asimismo se la suele tomar como una miniatura de la montaña, y por su solidez y estabilidad se han podido crear las grandes edificaciones: templos, castillos y palacios una vez desbastada, expulsando lo bestial de ellas; símbolo de la ignorancia y la insensibilidad se deben transformar en piedras aptas para la construcción por las cualidades anteriormente mencionadas, a las que habría que agregar la duración y la persistencia. Los templos y las ciudades llevan las piedras fundamentales en sus bases por estas características.

2. Siempre se han diferenciado las piedras del cielo (meteoritos, trozos de meteoritos o betilos, beth-El, que significa en hebreo, Casa de Dios) por su carácter sagrado, de las piedras terrestres, aunque algunas de éstas han poseído propiedades oraculares; tal el verdadero mito de Jacob al que se le mostró, –teniendo una de ellas por almohada–, la escala, o sea el camino al cielo, por el que ascendían y descendían los ángeles, es decir la iniciación en el Conocimiento. Jesús dijo a Pedro, cuyo nombre significa piedra:

sobre ti construiré mi Iglesia

y por eso le han sido atribuidas su durabilidad y condiciones negativas propias de la obcecación y la falta de entendimiento de su teología y la dureza que rige a la religión, la que sin embargo hasta hoy día es capaz de albergar elementos esotéricos; ellos son las piedras pulidas, aptas para la obra.

Piedra cúbica en punta masónica 
(una de sus caras).
Piedra cúbica en punta masónica
(una de sus caras)

Es de notar igualmente que de algunas piedras pueden brotar manantiales de agua viva y de modo idéntico aguas sulfurosas.

La construcción en madera precede a la construcción en piedra significando dos épocas cíclicas distintas, aludiendo la segunda a una época ya más solidificada. Su condición inerte y su energía potencial la asocian con la deidad y de allí lo de Casa de Dios en el caso de las piedras del rayo o betilos.

También deben considerarse las piedras preciosas ya que extremadamente pulidas y de muchos colores guardan correspondencia con los distintos planetas, pues éstas son sus energías maduradas en el seno de la tierra. Se les atribuyen poderes mágicos.

Debe mencionarse en especial la búsqueda de la Piedra Filosofal por los alquimistas de todos los tiempos.

Los templos construidos en piedra en el medioevo eran considerados cajas de resonancia donde vibraba la energía divina; suelen tener muy buena acústica.

Esencialmente la piedra es la solidificación de las energías y ritmos primeros, alberga dentro de sí la ebullición de los poderes cósmicos de manera cristalizada. Por ese motivo también simboliza lo potencial y por lo tanto lo más poderoso, de lo cual su dureza es un reflejo en el plano creacional. De allí igualmente el culto a determinadas piedras en distintas Tradiciones o a través de diferentes epifanías, o personajes tocados por lo sagrado. Altar.