Perspectiva
A la cultura del Renacimiento el mundo debe tanto la Perspectiva como la Divina Proporción.
En cuanto a la divina proporción, que tiene sus antecedentes en Leonardo de Pisa, conocido como Fibonacci y su serie celeste de números llamados con su mismo nombre, fue enunciada por primera vez por Luca Pacioli en su Suma Aritmética y presentada con el nombre de Divina Proporción, ante el duque de Milán, Ludovico el Moro; entre otros de sus antecedentes no pueden dejar de mencionarse, como es evidente, tanto a Pitágoras como a Euclides. Su enunciación es simple y se le suele llamar «de media y extrema razón» y se representa sintéticamente con una recta cortada en dos segmentos de distinta dimensión, de los cuales se dice que el mayor es al menor como al primero es toda la recta; esto es establecer una proporción que es la base geométrica de todas las proporciones y que se denomina con la letra griega Fi.
La perspectiva es también de inventiva renacentista y muchos de los matemáticos de ese período trabajaron con ella, como Brunelleschi, el autor de la cúpula de la Catedral de Florencia, y entre otros uno de los que primero la utilizó fue el célebre Fra Angélico. Nuestros lectores se podrán preguntar qué tiene que ver un pintor con un matemático de acuerdo a nuestros modelos actuales de especialización pero, sin embargo, en el Renacimiento, un pintor al igual que un matemático tomaban a la cultura como una sola y única cosa que podía expresarse de numerosos modos y con elementos disímiles.
La palabra perspectiva, aun en el lenguaje posterior, significa el alejamiento de un punto, o concepto, o cosa, en el espacio, habitualmente enmarcado por el rectángulo o por cualquier otra figura a las que podrían ser aplicada sus leyes.
La proyección pictórica tiene en principio la función de alejar las imágenes del observador y establecer una relación aritmética proporcional entre todas ellas.
Esto recién se logra en el Renacimiento ya que en el arte medieval la representación es plana y, justamente, huérfana de perspectiva. También en el arte egipcio, aunque a veces –y en todos lados– el sombreado produzca una imagen más o menos análoga a la perspectiva.
J. Vedreman de Vries, Perspective
La Haya y Leiden, 1604-5
Todos los sabios de esa época estudiaron las leyes de la perspectiva, comenzando por aquellos que las utilizaban en sus cuadros, o planos, como pintores o arquitectos, tal Alberti, Leonardo da Vinci en Italia y Durero en Alemania y los tratadistas de pintura en general, así como los encargados de plasmar la escenografía teatral, artistas que enriquecieron la imagen visual al punto que el término que la expresa se hizo aplicable a cualquier distancia no sólo espacial, sino temporal, cual el futuro, alejado de nuestro punto ordinario de vista (ver en perspectiva o tener una perspectiva de las cosas).
Efectivamente, en el caso del «punto de vista» también la palabra perspectiva interviene de modo metafórico y podría ser aplicada a lo que es un Darshana en la Tradición Hindú. Es decir, una forma de encarar un punto central, tal cual lo hacen las leyes aritméticas de la proyección visual.
La fuga se produce a partir del ojo del espectador. → Fuga.