Parnaso
Monte donde habitaban las Musas griegas. En esta montaña en una de cuyas laderas se hallaba el santuario de → Delfos se inspiraban los poetas y artistas en general. Era en sentido figurado, una colina conformada de ámbitos distintos, prototipos de construcciones mentales diferentes y panaceas intelectuales otras. En esas cimas dedicadas a Dioniso (y Apolo) se encontraban unas bellas mujeres llamadas Musas que se ofrecían a nuestros sentidos y procreaban en nosotros ondas inmóviles vacías de contenido, dulces arrobos. Todo ello mientras me mecía y me lo susurraban al oído, lo cual, bien visto, no era sino emparentarse con profetas.
Andrea Mantegna, El Parnaso, 1497