Mochicas
Cultura superior de la costa noroeste del Perú, precursora de la Chimú. A su vez la cultura moche se entronca con otras manifestaciones culturales como la de Gallinazo. Entre los fértiles valles de Lambayeque y Nepeña floreció esta cultura agrícola que en su apogeo parece haber contado con doscientos mil habitantes; su extensión cultivable era de mil doscientos kilómetros cuadrados y los territorios áridos de alrededor de cinco mil. En 1987 se descubrió en Sampay una tumba intacta de la que se dijo se había hallado
el tesoro más fabuloso precolombino;
el estudio de los objetos encontrados allí permitirá saber más de esta cultura extraordinaria que se destaca por la cerámica, sus famosas vasijas retratos y los vasos pintados, verdaderos códices de información.
Es típico del arte mochica la representación de figuras de éste género expresado
con cruda naturalidad, tal este Príapo y las ilustraciones que siguen.
Museo Nacional de Antropología, Lima, Perú
Collección Miranda, Trujillo, Perú
Algunos de los sistemas de riego implantados por los mochicas aún perduran, al igual que los restos de sus pirámides de ladrillo visibles en distintos sitios de su territorio, entre las que se destaca el centro ceremonial de Moche y las pirámides de Chicama. Conocían el arte de la guerra según se desprende de sus fortificaciones y de las pinturas de su cerámica representando guerreros, armas, y muy frecuentemente cabezas-trofeo. Una mitología danzante de «monstruos y demonios» se transforma y encadena en sus representaciones simbólicas, aunque no puede precisarse con exactitud la naturaleza de las energías atribuidas a esos espíritus. Su arte sumamente realista esculpe en vasijas rostros humanos personalizados y numerosas costumbres cotidianas, forma de la casa, jardines, etc. Sería muy interesante realizar un film dotando a esta arqueología de vida. Algunas piezas están relacionadas con lo sexual, y en bastantes de ellas se observa el coito anal heterosexual, lo cual está relacionado con la «inversión» como potencialidad de cualquier creación, y como rito exorcizador vinculado a la analogía como fundamento de la «magia simpática».