Medea (gr.)
La de los bellos tobillos, según Hesíodo, es nieta del sol (Helios) y su madre es una Oceánida, o bien se la considera descendiente de Hécate, y por lo tanto con grandes poderes mágicos, un prototipo de la hechicera. Así es que gracias a ella Jasón es capaz de conquistar el Vellocino de oro (entre otras acciones durmió hipnotizándolo al dragón que lo custodiaba), para lo cual traicionó a su padre (Eetes) y lo dejó, embarcándose con Jasón, –y los argonautas. Se casó finalmente con él, teniendo dos hijos.
Fueron perseguidos tenazmente y al volver Medea a Yolco se vengó del rey Pelias –que a su vez había conspirado contra Jasón– y mediante artimañas mágicas lo hirvió en un caldero después de haber engañado a sus hijas que antes de la cocción lo habían desmembrado cumpliendo una orden suya.
Otro de sus conjuros fue el envenenar el traje de la hija de Creonte, su rival amorosa, con quien le había sido infiel Jasón, la cual se sintió invadida por un fuego tal que se convirtió en llamas que incendiaron el palacio y al mismo Creonte mientras ella escapaba hacia Atenas en un carro solar, no sin antes asesinar a los hijos del propio Jasón. Prosiguió allí con sus aventuras macabras y trató de matar a Teseo y fue desterrada de esa ciudad para volver al reino de su padre el cual había sido destronado por su hijo, el hermano de Medea, al que hizo matar para restituir en su trono a aquél. Y eso la redime –de modo circular– de todos sus errores y traiciones. Como tantos otros elegidos Medea no ha muerto y aguarda en el Olimpo junto con Helena la culminación de un ciclo del que por algún ignoto motivo ellas son mitos importantes, deidades. Hay que tener bastante cuidado.
Jasón se apodera del Vellocino de Oro mientras Medea duerme al dragón.
Crátera de Apulia s. IV a. C. Museo Nacional de Nápoles
Los medos reciben su nombre de su hijo Medo (Medeo), que tuvo con Egeo según Apolodoro. Y asimismo se relacionan con ella indirectamente, por el nombre de su madre, los persas. Y ella misma con las dos sangres, participando en numerosas aventuras secretas y teniendo el control sobre el bolsillo, las citas que tiene el esposo para ese día y averiguar siempre, directa o indirectamente a dónde se dirige con frecuencia, tal cual Hera, esposa de Júpiter y por lo tanto en lo más alto del Olimpo. → Jasón.