DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Loco

Platón en Fedro 244 nos dice:

Cuando los pueblos han sido víctimas de epidemias y de otros terribles azotes en castigo de un antiguo crimen, el delirio, apoderándose de algunos mortales y llenándoles de espíritu profético, los obligaba a buscar un remedio a estos males, y un refugio contra la cólera divina con súplicas y ceremonias expiatorias. Al delirio se han debido las purificaciones y los ritos misteriosos que preservaron de los males presentes y futuros al hombre verdaderamente inspirado y animado de espíritu profético, descubriéndole los medios de salvarse.

Y poco después en 249 agrega:

Por esta razón es justo que el pensamiento del filósofo tenga sólo alas, pensamiento que se liga siempre cuanto es posible por el recuerdo de las esencias a que Dios mismo debe su divinidad. El hombre que sabe servirse de estas reminiscencias está iniciado constantemente en los misterios de la infinita perfección y solo se hace él mismo, verdaderamente, perfecto. Desprendido de los cuidados que agitan a los hombres y curándose sólo de las cosas divinas, el vulgo pretende sanarle en su locura y no ve que es un hombre inspirado.

2. En la carta sin número y sin nombre del Tarot, que sin embargo es llamada el Loco, y podría ser comparada con un juglar medieval de los que recorrían sin camino la Provenza (cuna de cabalistas), se ve a un hombre con un sencillo hato, entregado al camino, al viaje, que es en ese momento el único objetivo de su vida. Empero su andar incierto, según se dice, lo llevará al peligro de caer en un precipicio donde a su caída le aguarda un cocodrilo o dragón para devorarlo, integrándolo a su ser.

La carta El Loco del Tarot de Marsella
Carta sin número del Tarot de Marsella

La locura es pues una posibilidad de adentrarse en la aventura del Conocimiento, análoga a la furia de Platón retomada posteriormente por Marsilio Ficino, el cual afirmó en De Amore, comentario a El Banquete de Platón que:

Nuestro Platón define en el Fedro el furor como una alienación de la mente. E indica dos géneros de alienaciones. Estima que una proviene de enfermedades humanas, la otra de Dios. A la primera la llama locura, a la segunda furor divino.