Llave
La llave es el instrumento para abrir la puerta, a otro espacio. Por ello el Papa lleva dos llaves como símbolo del pontífice, es decir el que abre la entrada a los cielos. Este término también está emparentado con "clave", que es la encargada de mantener la puerta sellada.
Por eso inmediatamente la idea de unas llaves se liga a algo secreto; y el utilizarlas nos da la sensación inmediata de haber transpuesto un espacio y encontrarse en otro, aparentemente perdidos sin la seguridad que nos brinda el condicionamiento al estado espiritual anterior, o sea los poderes a que se pueda acceder transpuesto el umbral. Lo mismo sucede con lo conocido y lo desconocido y también con el hombre viejo y el nuevo.
Esta herencia la recibe el Vaticano del dios Jano romano cuya iconografía incluye dos caras una mirando hacia la izquierda y la otra hacia la derecha señalando el pasado y el futuro. Este dios era el que presidía el año entre los romanos y en muchas lenguas románicas aún se vislumbran pequeñas diferencias entre el nombre de ese mes, enero en castellano. Amén de la llave comparte con Hécate los atributos de la antorcha y la serpiente. → Jano.