Judaísmo
En nuestro libro Presencia Viva de la Cábala dijimos que: "Los orígenes del pueblo judío y su religión son oscuros, como los de todos los pueblos y religiones, según hoy lo tiene bien claro la Historia de las Religiones, a la inversa de lo enfatizado por las distintas ramas abrahámicas que quieren tener la propiedad de la deidad, lo cual es característico de los tres monoteísmos, que consideran a cada una de sus Tradiciones como única, a tal punto que la historia nace cuando ellas aparecen o cuando se conocen sus libros sagrados que las unifican, lo que es particularmente tocante en lo que respecta al judaísmo y cristianismo que conservan casi todo el Antiguo Testamento (Tanakh), su Historia Sagrada, en común.
"Rainer Albertz en su Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento afirma:
De hecho, ninguna de las religiones conocidas se encontró con una especie de tabula rasa en materia religiosa, sino que se fue construyendo sobre categorías ya existentes. Y eso es válido para el cristianismo, para el budismo, para el islam y, naturalmente, también para la religión israelita.
"En todo caso, la Torá, o sea el Pentateuco, obra atribuida a la entidad llamada Moisés –aparte de las dos versiones del Génesis y otras contradicciones que contiene– ha sido siempre tomada como lo más sagrado y el verdadero centro de su cultura, que ha ido consolidando la Tradición Judía tal cual ha llegado a nosotros, desde los mitos fundacionales, los Patriarcas, su descendencia y la constante del exilio y la persecución, al punto de hacerlos esclavos en ciertos períodos, aunque finalmente se liberan siempre.
"Pero posteriormente con el reinado de David y Salomón y la construcción del Templo adquiere su máximo esplendor y brillo siendo la civilización mayor en muchos sentidos de toda el área.
"La vida de este pueblo, según lo narran sus propios textos, es una constante paradoja y una permanente aventura, donde el nombre de su divinidad va cambiando, lo que sirvió luego a los cabalistas como campo fértil de sus especulaciones que culminaron en la Edad Media, en España.
"Así este pueblo de pastores, seminómades, o nómades, se va organizando lentamente, en tribus o clanes con estadías prolongadas en otras civilizaciones, como la Sumeria o Egipto, y enriqueciéndose por estos saberes que siempre supo aprovechar y al mismo tiempo darles su característica propia basada en la Torá, o ley, que incluye los diez mandamientos (mitzbot), recibidos por Moisés en el Monte Sinaí y que grabará en dos piedras, que junto con la Torá escrita y los libros posteriores incluidos en el Antiguo Testamento constituyen el corazón de la religión y el orden judíos.
"Y sobre todo la enseñanza oral y los comentarios esotéricos, metafísicos, que el propio legislador compartió con sus discípulos y éstos con otros hasta nuestro sol, según lo atestigua la Tradición del pueblo de Israel que desde el comienzo se hizo presente y cristalizó en la Cábala. También el Talmud ha contribuido a esta función, aunque mucho más luego. La identidad de los judíos también ha estado dada por los ritos de su Tradición, sus usos y costumbres: la circuncisión, el sábado, las distintas ceremonias y días sagrados, el candelabro de los siete brazos y siempre los mandamientos… etc." (Federico González y Mireia Valls, Presencia Viva de la Cábala).
Tratándose de un Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, o poco conocidos, sólo diremos esto aquí. En el resto de esta obra tocaremos muchos otros puntos referidos a la Tradición Judía.