DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Iluminación

Para comenzar queremos recordar nuestros estudios y artículos al respecto (p. ej.: El Simbolismo de la Rueda cap. II y también la obra En el Útero del Cosmos), o sea, lo que entendemos por el término iluminación, puesto que es lo mismo que manifestamos a continuación: no se trata de un rayo cegador, aunque asimismo hay ejemplos de esto, como de truenos que hablan intempestivamente al sujeto del conocimiento; una muestra: San Pablo en su camino a Jerusalén donde se dirigía a perseguir cristianos sin ninguna idea de lo que era una iniciación y por lo tanto el Conocimiento, que como nuestros lectores saben, es la unión del que conoce con lo conocido, lo que produce una especie de iluminación interna tanto del objeto como del sujeto, la cual es propia de la senda iniciática que tiene a la deidad como el comienzo, el transcurso y el fin del proceso de una revelación sucesiva, o distintas aproximaciones –cada vez más cercanas a nuestros "afanes".

Este viaje que efectúa el adepto alquímico hacia el centro (sol) y luego hacia la escalada del eje donde se es capaz –según nos dice la Tradición unánime por la voz de los sabios de todos los tiempos– de traspasar el polo y superar lo cósmico y lo humano, es lo que se llama metanoia y debe aclararse que nunca se produce de modo fortuito o sin la aquiescencia del adepto que lo practica. En este caso las iluminaciones son internas, sin la aparición de grandes manifestaciones exteriores. Alquimia.

El sol alquímico.Miniatura del siglo XVII.
 
Imagen alquímica
Miniatura del siglo XVII