Gemelos
Todos los pueblos han conservado el mito de los Gemelos en sus panteones. En la Tradición de los Aztecas, el gran dios Quetzalcóatl tiene su correspondencia en Xólotl, aquél es luminoso, éste el oscuro, como es la tierra en oposición con lo alto del cielo, y lo espeso respecto a lo diáfano, etc. También, en el Popol-Vuh, Hunahpú e Ixbalamqué, los muchachos, que son un par de gemelos que juegan a la pelota con el globo del cosmos. Entre los griegos los Dioscuros son Cástor y Pólux. Para los romanos, los fundadores Rómulo y Remo amamantados por la Loba. Según Platón los reyes insulares de la Atlántida, Atlas y Gadiros, tenían esta condición. En el Antiguo Testamento también el colorado y peludo Esaú es sustituido por Jacob, el bendito y preferido. También Jesús tiene un gemelo lo cual está indicado en su propio nombre: Tomás (Dídimo), mencionado en los Evangelios Apócrifos, aunque no se trate de mellizos, sino que se use esta figura para significar la identidad de la imagen de Tomás con la de su Maestro Jesús, al igual que las estatuas parlantes del Corpus Hermeticum que eso mismo manifiestan: la idea de Apóstol. Para el antiguo Irán estos eran Spentamainyu que es el adversario de Angramanyú y Ormuz y Ahrimán. En la Tradición Celta, en Irlanda, Cúchulainn y Connalcernac son una pareja de mellizos, así como los santos católicos, Cosme y Damián, y nada menos que Apolo y Artemisa, etc. Aún los ángeles guardan este parentesco y Sandolfón es mellizo de Metatrón. En términos generales a este simbolismo se lo conoce como el de los hermanos enemigos, aunque en verdad también son complementarios como tantos otros simbolismos que separan y unen a la vez. En verdad, anatómicamente los gemelos son dos, un par, nacidos de un solo huevo y la unidad da así lugar a la díada y éstos a la triunidad de la cual progreden todos los números. En el simbolismo del macho y de la hembra se expresan ideas análogas, que son más claras en el caso de los mellizos. Se trata de las dos caras o dos mitades en que se divide el cosmos y todo lo que lo puebla y habita, por lo que no resulta extraño que este simbolismo sea verdaderamente universal.
Finalmente queremos destacar el signo zodiacal de Géminis en el cielo, así como a las pirámides iguales que existían en el tiempo de la Conquista de Tenochtitlan, en lo que es hoy el Templo Mayor, y los hermanos de la carta XIX del juego del Tarot, el Sol, así como a los sumerios Ishkur y Enki.
Gemelos
Arcano XIX del Tarot de Marsella: "El Sol".
2. El tema de los gemelos se encuentra ejemplificado por doquier en la mitología de las Américas; quizás el ejemplo más conocido sea el citado de Quetzalcóatl y Xólotl en el panteón azteca; el primero es un numen emparentado con el sol y la luz y el segundo con el mundo de la oscuridad y el inframundo.
Enigorio y Enigohatgea, hermanos gemelos en la mitología de los iroquíes, no tenían nada en común excepto el hecho de que eran hermanos. Cualquier logro que uno realizaba, el otro lo deshacía o trataba de deshacerlo. Enigorio representaba o personificaba lo bueno y Enigohatgea, lo malo. Enigorio toleró a su hermano durante largo tiempo, pero finalmente perdió la paciencia y le dio tal golpe que Enigohatgea fue lanzado a las profundidades de la tierra, donde llegó a ser el rey del submundo indígena. Ahí, aún mora, ocupado en pensar y planear el desequilibrio, así como recibiendo a las almas de los muertos en su reino. Enigorio y Enigohatgea, según los iroquíes creían, fueron los primeros dos hermanos de la raza humana, que existieron desde el principio de todas las cosas.
3. El mito de los hermanos iroquíes se encuentra duplicado entre los indios hurones en la historia de otro par de hermanos: Toskeha y Tawiscara, el Blanco y el Negro. Su madre, una virgen, murió al parirlos y su abuela Ataensic, la luna, era la diosa del agua; la asociación entre la luna y el agua se encuentra con frecuencia en las creencias de los indios americanos al igual que en las Tradiciones del viejo mundo. En una batalla entre los dos, Toskeha para salvar su vida, mató a Tawiscara. Habiendo sido eliminado el hermano malo, el bueno volvió con su abuela, creando la raza humana. De la gran tortuga que soportaba al mundo sobre su caparazón, aprendió el secreto de hacer fuego.
4. Aricoute y Timondonar, hermanos, son venerados por los indios tupí del Brasil. Aricoute, cuya cara es oscura, es el dios de la noche; Timondonar, el claro, es el dios de la luz y del día. Estos hermanos están siempre peleando y siempre el resultado es el mismo, Timondonar, el día, imponiéndose y alejando a Aricoute, la noche.
5. En la mitología de los indios del suroeste de Norteamérica, aparecen dos hermanos gemelos, hijos de Estanatlehi, el Hermano Gemelo mayor, Nagenatzani, y el Hermano Gemelo Menor, Thobadestchin. Para los acoma (tribu Pueblo de los Estados Unidos), Masewi y Oyoyewi son los nombres de los Espíritus Gemelos de la Guerra. En los mitos de los indios algonquinos de los bosques del norte de Norteamérica, se da los nombres de Gluscap y Malsum a dos hermanos que representan las fuerzas constructiva y destructiva.
6. Los gemelos son hijos del cielo o están asociados estrechamente con el ámbito celestial. En el Viejo mundo, por ejemplo, los Ashvins del Rig Vêda son hijos de Dyaus.