DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Exilio

El exiliado es un término que se refiere a aquella persona que, por numerosos motivos, ha tenido que renunciar a su tierra. El exilio está pues relacionado con el viaje o con la extranjería; también con el peregrinaje y siempre con el desarraigo, es decir con el tener que haber destruido las raíces por la necesidad de adaptarse a nuevas circunstancias. Los que han tenido que dejar su país y enfrentar otras realidades sufren las características propias de este problema que prácticamente es imposible de comprender a menos que se sea otro exiliado, en particular de edad adulta, o que ha debido abandonar involuntariamente su país por las circunstancias que fueran, aunque incluso los que lo han hecho voluntariamente deben pasar por un período de dolor, de nostalgia y, en definitiva, de reinserción en el drama de su vida.

Análogamente el Hombre Nuevo, o sea el iniciado que ha dejado su antigua existencia profana y en su camino se siente como un extranjero en el medio que le circunda, es tal por haber desertado de sus identificaciones poco a poco al punto que se siente extraño en su patria, como un exiliado en su propio hábitat, como aquel que ha tenido que renunciar a su tierra.

Y no es que sea desconocido lo que acontece en el paisaje de su alma sino que lo que ha sido lo habitual comienza lentamente a morir, ya que van desapareciendo las valorizaciones (a las que nos aferramos hasta el último momento) pero que terminan por expirar definitivamente, siendo suplantadas por otras perspectivas. Este cambio de piel equivale a un renacimiento en el que todo se estrena y las cosas se presentan como inéditas y flamantes en su realidad íntima, tal cual ellas son en sí y no falsificaciones de la ensoñación.

El pueblo de Israel ha sufrido un largo y doloroso exilio, cuya contrapartida es el Tikun (restauración, reintegración), especialmente en el corazón del alma de los iniciados hebreos.

El exiliado auténtico jamás vuelve del exilio.