Contemplación
En el propio evangelio cristiano está definido este concepto de modo ejemplar con la oposición entre Marta y María. La primera es una persona activa, práctica, ocupada mientras María se concentra en la prédica de Jesús. Marta se afana en labores domésticas y se destaca –paradójicamente respecto al mundo moderno– la superioridad de María sobre su hermana. Reproducimos sin más el texto que nos ilustra sobre esta oposición entre la acción y la contemplación de modo definitivo.
Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude." Le respondió el Señor: "Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada." (Lc. X, 38-42).
Tintoretto, En casa de Marta y María, 1567
Museo Alte Pinakothek, Munich