Concentración
Su nombre ya indica las posibilidades incluidas en esta palabra, ya que se trata de la fijación de la atención, o mejor de todas las posibilidades de la conciencia en un punto convergente. La concentración es imprescindible para el hombre de conocimiento, el cual la utiliza no sólo para sus meditaciones en las que se ejercita, sino que a través de estas prácticas adquiere esta facultad completamente opuesta a la dispersión, o a la distracción. Concentrarse es orar y da nacimiento a la oración del corazón que se efectúa en silencio en lo más hondo del alma.