Ciudades y Centros Sagrados
11. Londres
Para algunos no hay que redefinir el término "misterio" u "oculto" cuando se trata de hablar de Londres, a la orilla del Támesis, y de su ambiente hermético y del esoterismo en general, desde la época en que se convirtió en un Imperio y comenzaron a llegar a la ciudad corrientes de inmigrantes de todos lados de Oriente, trayendo sus creencias, filosofía, arte y costumbre cotidianas.
Enorme espectro de la diversidad cultural, de la que, tal vez, el mejor ejemplo sea el Museo Británico, en cuyos alrededores, además, se ha reunido desde entonces un grupo de librerías y otros locales, donde se han congregado y explayado los esoterismos de todas partes del orbe.
Boceto de la sala de lectura en el Museo Británico, Londres. Grabado 1890
Todo lo cual se ve favorecido por el carácter reservado de sus pobladores, e influencias esoterológicas, especialmente desde la época de Isabel I y su consejero John Dee, cuyo espejo mágico y otros vehículos herméticos, se exponen, en ese mismo museo, famoso, por lo demás, por su biblioteca, rebosante de manuscritos, primeras ediciones y obras ligadas a lo simbólico y los temas asociados a los distintos misterios que nos circundan y que, en muchos casos nos definen. Tal el caso de la influencia del ambiente de ese reinado capaz de sintetizarse en el talento de Shakespeare y de un conjunto de escritores y teúrgos que sobrevive sorpresivamente en la cultura británica actual.
Empero, los habitantes de estas ciudades erigidas en lugares "especiales", y en suma sagrados, no tienen la menor idea de ello y presa de sus afanes y cuitas no son capaces de percibir nada de los flujos telúricos y ocultos que llevaron a sus fundadores, en sus orígenes, a establecerse en esos sitios y nos sorprendemos de esas circunstancias y más bien tendemos a la incredulidad y la displicencia.
Muchas ciudades fueron levantadas en lugares de vibraciones cósmicas, abonadas también por la historia de los hombres, sus civilizaciones y culturas, irradiaciones perennes cuyas emanaciones más significativas son tan misteriosas como algunas veces indescifrables.
Un ejemplo de lo dicho, aunque abundan, es la Catedral de San Pablo, construida sobre una ruina romana e incendiada varias veces, actualmente obra del famoso arquitecto masón Christopher Wren levantada precisamente en el lugar más alto de Londres, en un montículo (Ludgate Hill) y cuya cúpula sobresalía por ese motivo al punto de que era vista en toda la ciudad cuando se inauguró en 1697. Igualmente la Abadía de Westminster.
Muchos otros lugares dan testimonio de lo dicho y forman parte del paisaje de los ciudadanos que pueblan ese sitio, los que sin embargo en poco número participan de ello.
Catedral de San Pablo. Londres, 1676-1710.