Catedral
Templo central de la ciudad, de donde se esparce la vida del pueblo. Sede del obispado regional, desde su púlpito se da consuelo a los fieles, al menos hipotéticamente ya que es conocida la expulsión a latigazos por el maestro Jesús de los mercaderes que estaban a la puerta del templo y hasta penetraban en sus aulas.
Son, arquitectónicamente, construidas en estilo gótico medieval, que fue el que sucedió al románico en materia de construcción de edificios de gran importancia. También era un lugar donde pasaban mucho tiempo los pobladores, reuniéndose de modo habitual allí para hablar tanto de su Tradición como de sus transacciones comerciales y otras historias individuales. La magnificencia de la Edad Media se hace permanentemente presente en el templo gótico, de perspectiva muy amplia y alcance duradero. De todo ese mundo sobresalen por su belleza y nitidez los cristales por los que se filtra una tenue luz llena de cálidos colores. En algunas catedrales es importante observar los laberintos que se encuentran en el pavimento rumbo al altar, del que es el más famoso el de Chartres (también en Amiens, Reims, etc.) y en otras como la de Siena, observar allí la imagen de Hermes Trimegisto y de las Sibilas.
Hermes Trismegisto. Pavimento de la Catedral de Siena.
Enzo Carlo, La Catedral de Siena y su museo.
Para carnaval los vecinos se disfrazaban en forma alborotada y ayudados por el vino hacían toda clase de danzas y travesuras, entre ellas vestir a un burro con la mitra obispal.
El obispo da en estos templos el sacramento de la confirmación renovando así al del bautismo, es decir, una confirmación en la fe cristiana.
Se ha querido ver grandes misterios en el exterior e interior de estas catedrales y desde luego que así es, aunque no todo lo plasmado allí pretendía transmitir, o traducir, realidades que ciertos estudios sobre su simbólica ven erróneamente o de modo lineal, o profano.