DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Caduceo (gr.)

Caduceo, por V. Cartari, 1647
 
V. Cartari, 1647

Este símbolo consta de un bastón representando el eje del mundo –la columna vertebral en el hombre– que es una expresión de la Unidad central polarizada entre lo alto y lo bajo. Dos serpientes se enroscan en este eje simbolizando las corrientes de energía presentes en el cosmos, muy frecuentes en el lejano Oriente bajo el simbolismo del yin-yang, y en todas las Tradiciones en distintas formas, tal a la que nos estamos refiriendo.

Caduceo de Mercurio, arte romano
Caduceo de Mercurio
(arte romano)

Para los griegos y su posteridad esta figura se relaciona con el dios Hermes, mensajero y psicopompo, el cual transmite los mensajes celestes a los humanos de modo críptico y susceptibles de ser vistos, como es el caso, o trasmitidos oralmente, siendo reveladores sintéticos de otros mundos, del más allá. En la pintura y la escultura aparece este esquema en la mano del dios y es muy frecuente pues ha sido harto utilizado en distintos contextos, ya que este númen es también el del comercio. Igualmente ha pasado a la medicina y la farmacopea mediante Asclepio (Esculapio), su hijo, y por lo mismo heredero de sus atributos, en su versión emblemática y solitaria, alejado de las manos de su patrón, como se lo suele ver en las representaciones clásicas o en las posteriores iniciadas en el Renacimiento, a las que anteriormente destacábamos.

Herma, s. V a. C., Grecia
Herma, cerca 490 a. C., Grecia

En la antigüedad europea, la simbólica de esta divinidad, Hermes, era distinta y se lo hallaba en los campos y encrucijadas representado por un falo erecto, (lingam), también símbolo del eje, e igualmente, de la bipolaridad existencial presente en la fecundación de la tierra (yoni).

Árbol de la Vida, tres columnas, activa, pasiva y neutra

Así, pues, el diagrama nos es conocido por los diversos aspectos de su representación y se lo puede apreciar además en la figura del Árbol de la Vida Cabalístico donde una columna a la izquierda, se conjuga con otra a la derecha en un pilar central, reflejando igualmente las leyes de la analogía y la complementación de opuestos; el equilibrio de la balanza.

Al caduceo se le suele agregar un casco, o sombrero, que corona la figura, y –como los ángeles– dos alas, características de su función transmisora de lo oculto, o hermético. En las versiones británicas de la época romana, un simple gorro estampado en monedas y dibujado en cerámicas y otros materiales, identifica al númen (Mercurio) sintetizándolo.