Asno
Tozudo animal de simbolismo dual. Por un lado es un animal asociado al sexo y a las cualidades negativas que se le atribuyen en el judeocristianismo por su enorme falo y su constante celo. Por otro es un símbolo de la paciencia: transporta a Jesús desde Egipto y montando en él hace su entrada triunfal en Jerusalén. Además es costumbre católica verlo en el pesebre –o en la gruta– al lado de Jesús niño, calentándole con su aliento junto con el buey.
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor
Giotto di Bondone (1304-13)
Fresco. Capilla de los Scrovegni, Padua
Se lo utilizaba en los carnavales medioevales como sustituto del obispo en las fiestas que se celebraban en las catedrales, e incluso como Jesús sacrificado en la cruz pero con cabeza de asno.
Recordar asimismo la fábula iniciática de Apuleyo, El Asno de Oro, como ejemplo de ritos mistéricos y transformaciones alquímicas.
Igualmente su papel en la Tradición Egipcia señalado por Plutarco en Los Misterios de Isis y Osiris:
También el asno sufría la desgracia de parecerse a Tifón, como queda dicho, tanto a causa de su estupidez y lubricidad como por el color de su pelo. También dieron el título de asno a Ocos, aquel rey de Persia a quien más detestaban por su impiedad e impureza. Cuando Ocos lo supo, contestó: –"No obstante, este asno se regalará con vuestro buey", e hizo inmolar al buey Apis, según cuenta Dinon.