Asclepigenia (s. V d. C.)
Los asclepíades, sacerdotes de Asclepios, constituyeron una corporación cuyos miembros se decían depositarios de una ciencia tradicional que formaba parte de su herencia familiar y que juraban no revelar a los profanos. Asclepigenia está ligada a esta genealogía, tanto por su nombre como por las artes de las que fue depositaria.
La Tradición reconoce a Asclepigenia como descendiente de Plutarco de Atenas, que a su vez pertenece a la saga de los sabios y teúrgos Nestorio y Gran Nestorio. Su progenitor le lega los secretos de esta ciencia sagrada, y ella reconoce en Proclo al merecedor de la recepción de tales enseñanzas:
"Bajo su dirección, Proclo devino una especie de Taumaturgo. Sabía hacer aparecer a Hécate y entretenerse cara a cara con ella, podía hacer llover a voluntad, aprendió el uso de los amuletos mágicos contra los temblores de tierra y la práctica de la mántica por el trípode…" (Mireia Valls, Mujeres Herméticas. Voces de la Sabiduría en Occidente).