DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Arquitectura

Es el arte de construir templos, casas o ciudades; esos edificios estaban siempre realizados en la antigüedad de modo simbólico, a la par que utilitario. Se pretendía reflejar en este mundo la cosmogonía perenne con el ánimo de atraer las energías celestes a la tierra bendiciendo tanto la casa cultual, el hogar, o los núcleos donde se agrupaba la población, también ubicados en parajes extraordinarios y de por sí significativos.

El creador como Geómetra y Arquitecto.
El creador como Geómetra y Arquitecto

En Masonería la arquitectura es llamada simbolismo constructivo y la Suprema deidad es considerada el Gran Arquitecto del Universo pues la idea de la arquitectura supone un arquitecto capaz de crear tanto el modelo de una ciudad, un templo, o una casa, como el del propio universo. Como hemos dicho los modelos arquitectónicos son epígonos de la construcción universal y como cajas de resonancia capaces de recibir y albergar las vibraciones cósmicas. La arquitectura es la ciencia y el arte del espacio por excelencia.

Ella nace como una necesidad material, en un momento de la historia en que el hombre necesita resguardarse de las condiciones adversas del mundo y ya ha salido de la caverna. Por otra parte existe una expresión masónica llamada "a cubierto" significando la protección que la construcción ha brindado siempre al hombre con respecto a los fenómenos naturales y los rigores del clima.

Arquitectura. Alberto Durero, Etliche Underricht (1527). Ciudad ideal: distribución de las viviendas y de las actividades.Arquitectura. Alberto Durero, Etliche Underricht (1527).
Ciudad ideal: distribución de las viviendas y de las actividades.

Los diseños de los edificios en el plano, análogos a los de los mandalas, tienen por base a la aritmética y también a la geometría (geo = tierra; metro = medida) que deben armonizar entre sus partes simétricas para constituir una réplica de su arquetipo. Puede leerse en la arquitectura, como en la naturaleza, pues los edificios conforman libros abiertos para todos aquellos que sepan leerlos. Las herramientas utilizadas en la arquitectura son también simbólicas como se encarga de decirnos la Masonería. Así el compás y la escuadra, la plomada y el nivel, la regla y el cincel, y los diferentes materiales y otros adminículos hablan acerca de sus funciones trascendentes y su utilización, fundamentalmente simbólicas. Las construcciones en madera y otros materiales perecederos preceden a los más duraderos como la piedra, etc.

2. Estas edificaciones simbolizan al cosmos a cuya imagen y semejanza se habían plasmado. El techo y el piso constituyen los extremos del edificio al igual que el cielo y la tierra en el universo. Y si el cosmos es un receptáculo de las energías divinas, el templo con su altar central lo es de las cósmicas, y aún la casa-habitación con el hogar (cocina, chimenea) como centro marcando el axis mundi.

La aritmética y la geometría son las bases de la Arquitectura del Creador Supremo y las herramientas o utensilios son los elementos con que el constructor humano levanta su obra.

El simbolismo constructivo utilizado por la Masonería es una simbólica especialmente apta para comprender la creación universal y al Arquitecto que, oculto, se manifiesta a través de su propio edificio, el mundo entero con sus ciclos y sus ritmos, sus números, pesos y medidas y aún por el lugar especial, mágico, cargado de energías invisibles que los chamanes reconocen y donde se emplazan los sitios especialmente sagrados, en un mundo que a su vez es un reflejo del cielo de los dioses.

Desde el Renacimiento una pléyade de tratadistas de Arquitectura y artes afines se hace presente:

León Battista Alberti (De Re Aedificatoria, 1485), Andrea Palladio (Los Cuatro Libros de Arquitectura, 1570), Luca Pacioli y su Divina Proporción, Francesco Giorgi (Armonia Mundi), Filarete (autor de un Tratado de Arquitectura, 1557-64, que también incluye una utopía: Sforzinda, la ciudad de los Sforza, que se construye bajo los patrones de Vitruvio); e igualmente, bajo ese mismo patrocinio y protegido por la reina Catalina (de Médicis) de Francia, Filiberto de l'Orme, uno de los creadores del "estilo francés", admirador de la filosofía de Marsilio Ficino y autor de un Tratado de Arquitectura del que apareció un solo tomo (impreso en 1561), al que hay que sumar el traductor al francés de la obra de Vitruvio (1547), Jean Martin, que publicó también las de Hypnerotomachia Poliphili (1546) y el tratado de Alberti (1553), y Leonardo da Vinci (Tratado de la pintura), etc.