Alfabeto
Serie de letras con las que se pueden formar palabras y enunciar conceptos. Su origen parece ser ciertos códigos pictográficos que progresivamente van cargándose de sentido abstracto y convirtiéndose en lenguaje ideogramático. La reiteración de ciertos glifos no solamente indica toponímicos o nombres propios (dioses y reyes) sino que muchos de ellos son capaces de enunciar batallas, cosechas, matrimonios, etc. Lo más importante es la comprobación de los signos numéricos que, de por sí, constituye un área propia; agregar que en la lengua de muchas civilizaciones las letras también se corresponden con los números (hebreo, griego), aunque en otras (mayas) estos conceptos se expresan de modo diferente. Pero aquí ya estamos en un momento en que los signos (letras) se relacionan entre sí y empiezan a tener un valor fonético y pueden darse conjuntamente los valores ideogramáticos con los fonéticos (Egipto, México). En estos casos –y en los fonéticos en general– son muy importantes las letras y sonidos raíces, así como las sílabas con las que se construyen las palabras. Finalmente nacen los signos abstractos que caracterizan a toda escritura fonética, aunque en algunos casos, como el chino, o el maya, aún mantengan en el signo, las letras, su valor ideogramático. En la interpretación de un lenguaje escrito es muy importante el conocimiento de las vocales y el papel que éstas juegan en la oración, mediante las reiteraciones de su ubicación, aunque este último es secundario respecto a las consonantes que articulan el sistema e indican el sentido conceptual en relación a los orígenes. En algunos casos las vocales no se han señalado hasta épocas modernas (hebreo).
"El Universo es una escritura, un discurso." La Creación se considera como un libro del que las criaturas son las letras, las que constituyen la expansión del Verbo, lo que configura el Libro del Mundo. → Alefato.