DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Alas - Aves - Plumas

Al hablar del águila algo dijimos en general de la simbólica de las alas, las aves, y las plumas. Este último término es particularmente importante en la Tradición Precolombina, pues gran parte de su arte se expresó a partir de plumas de preciosos colores –como aún hoy se manifiesta en el Brasil–, formando mosaicos o combinaciones y entretejimientos con otros materiales de la indumentaria de uso ceremonial o cotidiano, aunque la mayor parte de este arte se ha perdido por la índole perecedera del material. Entre las deidades náhuatl asociadas al vuelo, y por lo tanto a las aves, señalaremos algunas:

Ave, Códice Telleriano-Remensis pág. 20.
Códice Telleriano-Remensis, pág. 20

            Codorniz (zolin)                    Tlazoltéotl, Xipe totec
            Colibrí (huitzilin)                    Huitzilopochtli
            Pavo, guajolote (huexólotl)    Tezcatlipoca
            Mariposa (papalotl)                Xochipilli
            Quetzal                                   Quetzalcóatl

En algunos códices mesoamericanos como el Borgia, el Borbónico y el Tonalámatl de Aubin, eminentemente calendáricos, estos pájaros se hallan incorporados directamente al texto y al movimiento cíclico de su estructura, por lo que se ha pensado, no sin razón, que tienen una función primordial; esto se ve subrayado por el pensamiento matemático y la numerología indígena. Estas aves son: colibrí azul, colibrí verde, tórtola, codorniz, cuervo, lechuza, mariposa, halcón, pavo, búho, quetzal, guacamaya, y papagayo (o loro). Sin entrar en profundidades lingüísticas, debemos señalar que se hace también diferencia entre pájaros machos y hembras, y entre aves y polluelos. El murciélago también ha jugado un papel en Mesoamérica y se lo destaca en vasijas quichés y cakchiqueles, entre estos últimos indígenas es un animal totémico al igual que en Copán (Honduras), reino que llevaba su glifo emblema; en verdad el murciélago es un personaje clave en la cultura mesoamericana, como puede observarse en la arqueología de Monte Albán y en las vasijas cerámicas mayas del clásico.

En una de las eras o creaciones narradas en el Popol Vuh, un ave: Xecotcovah atacó con sus garras y pico a los hombres hechos de palo; en este mismo documento se dice que dos de los cuatro anunciadores de la cuarta creación, fueron la cotorra y el cuervo; asimismo los cuatro dioses originales meditaron acerca de la creación del mundo cubiertos con plumas preciosas de color verde.

Chamán "pies negros" llevando su pipa sagrada. Pintura de Paul Kane.
Chamán "pies negros" llevando su pipa sagrada
Pintura de Paul Kane

Numerosísimas son las representaciones de aves en toda la América Antigua, pero tal vez la más espectacular es la que se encuentra dibujada en enormes proporciones, ya que sólo puede distinguirse netamente desde el aire, en las llamadas pistas de Nazca, al sur del Perú. Señalaremos además la importancia que un ave mítica, el Thunderbird, tiene para algunas tribus norteamericanas, las cuales piensan que el trueno se produce por el batir de sus alas y los relámpagos por el abrir y cerrar de sus ojos; generalmente esta ave es representada como un águila. En el calendario maya, cib, el zopilote, ocupa el lugar del decimosexto día; lo mismo con el águila y el zopilote aztecas y en los códices mixtecos.

Las alas y las plumas significan un impulso hacia lo alto, hacia la Inteligencia del alma que al combinarse con otros símbolos animales los "espiritualizan" haciéndoles cambiar su significado, o mejor, complementándolo. Tal es el caso de Quetzalcóatl o el Gucumatz quiché, la serpiente emplumada, como manifestación de la oposición en la naturaleza humana de lo que repta y lo que vuela.

Toro Sentado con su tocado de plumas
Tocado de plumas de águila en un retrato
del jefe indio Toro Sentado

Se dice que las plumas están también vinculadas a la vegetación en cuanto símbolo de la cabellera de la tierra; para algunos tupí-guaraníes, los rayos del sol eran plumas-cabellera.

Se considera a las aves como portadoras de mensajes, de buen o mal agüero y por eso los chamanes estudian e interpretan su vuelo.

Las plumas como símbolos del aire también son fecundadoras como puede verse en el mito azteca del nacimiento de Huitzilopochtli, parido por una virgen que recogió un montón de plumas en su regazo.

Los indios Pueblo consideran a las plumas como intermediarias entre cielo y tierra y las colocan en lugares especiales de su geografía sagrada.

No sólo las aves son transmisoras de mensajes sino que éstos pueden tener un carácter agorero. En el Memorial de Sololá, Anales de los Cakchiqueles, se expresa:

Al instante comenzaron a llegar los agoreros. A las puertas de Tulán llegó a cantar un animal llamado Guardabarrancas, cuando salíamos de Tulán. "Moriréis, seréis vencidos, yo soy vuestro oráculo", nos decía el animal. "¿No pedís misericordia para vosotros? Ciertamente seréis dignos de lástima". Así nos habló este animal. Luego a coro se unen la lechuza y el perico, el cual dice: "yo soy vuestro mal agüero, ¡moriréis!"

2. Todas las aves, representantes del vuelo y el elemento aire y rectoras del mundo intermediario y por lo tanto portadoras de mensajes que traen por medio de sus alas y sus cantos, han sido sacralizadas por las culturas y ritos indígenas, a lo largo y ancho de América, desde los tiempos precolombinos a los actuales; así el pequeño y volátil colibrí, el quetzal, la lechuza, y aún mariposas, avispas y tábanos y las majestuosas águilas del norte y mesoamericanas tanto como el cóndor andino. Por lo que establecer un catálogo de especies y nombres de estas aves resultaría anacrónico; sin embargo, un solo ejemplo de su función augúrica y su fundamental importancia como elementos sociales e históricos, está presente en la leyenda de la migración de los mexicas, que dio lugar a la fundación de Tenochtitlan, donde un pájaro les ordenó partir diciendo: "tihui-tihui" ("nos vamos, nos vamos"). Agregaremos otros dos ejemplos: por un lado las trece aves-deidades que forman parte del cuerpo mismo de determinados calendarios mesoamericanos, como ya se ha dicho, y por lo tanto son parte del tiempo tomado como un rito, y el protagonismo del queletzu (loro), primer animal que cantó cuando apareció el sol, tan semejante al quel (cotorra), que reveló a los Formadores y Hacedores dónde se encontraba el maíz con el cual formar la carne del hombre (ambos pertenecen al género de las psitáceas), según el Popol Vuh.

Camisa de danza con dibujo del Pájaro de Trueno. Cultura de la llanuras de Norteamérica.
Camisa para una danza con dibujo del pájaro de trueno
Cultura de la llanuras de Norteamérica

3. Pájaro de Trueno (Thunderbird). Los indios del Noroeste de Norteamérica llaman así al ave sagrada y mítica que origina el rayo y el trueno. Esa misma ave es llamada Heloha entre los choctaw del Suroeste y Skyamsen por los esquimales. Los sioux y dakotas tienen un ave análoga emparentada con el trueno (Wakinyan) y reconocen en Wakinyan Tanka al misterioso Pájaro de Trueno, que transmite las voces de los dioses, o mejor que las expresa directamente al igual que lo hacen las aves con su canto; nos referimos al lenguaje sonoro de pájaros y fenómenos atmosféricos tomados como señales de la conducta de hombres y pueblos.

Águilas-dragones guardando la doble serpiente. Bajo relieve mesopotámico.
Águilas-dragones guardando la doble
serpiente, bajo relieve mesopotámico