DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Triple

El ser del hombre, como el del mundo es triple y se encuentra dividido en espíritu, alma y cuerpo. En griego Noûs (pneuma), psiqué e hylé (también soma); en hebreo neshamah, ruah y nefesh; refiriéndose al nivel más alto, al intermedio y al más bajo.

Pero en el latín renacentista el plano intermediario es denominado spiritus y el más alto Dios. De allí, que con nuestras valoraciones el alma, vinculada a la psiqué, no podría ser jamás inmortal (aunque tendría la posibilidad de serlo) pues se encuentra siempre relacionada con los vaivenes de lo relativo.

Pero lo que es inmortal por definición es el espíritu, que no va ni viene y por lo tanto no se encuentra sujeto a ningún cambio pues no ha sido ni será de ninguna manera, sino que siempre es, perennemente; motivo por el que se lo considera con toda razón como inmortal, tal como lo son las deidades.

Es muy importante efectuar esta salvedad porque no conocerla o comprenderla puede tergiversar completamente el sentido del discurso de más de un autor, cuando se trata de la misma división triple a la que sólo se le atribuyen distintos nombres; en suma un asunto de terminología.

Y oigamos a Platón que pese a hablarnos sólo del alma y cuerpo nos aclara acerca de dos estados del alma, correspondientes a nuestros alma y espíritu: Tríada

Y ahora, precisamente, hay que intentar decir de dónde viene al viviente la denominación de mortal e inmortal. Todo lo que es alma tiene a su cargo lo inanimado, y recibe el cielo entero, tomando una forma otra. Si es perfecta y alada, surca las alturas y gobierna todo el cosmos. Pero la que ha perdido sus alas va a la deriva, hasta que se agarra a algo sólido, donde se asienta y se hace con un cuerpo terrestre que sólo parece moverse a sí mismo por la fuerza de aquella. (Fedro, 246 b-c).