DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Rayo

Arma fulminante de los dioses, en especial de Zeus para los occidentales, es también el célebre Vajra hindú, arma de bronce de Indra que siempre da en el blanco.

Vajra tibetano (Dorje).
Vajra tibetano (Dorje)

Pasa desapercibido a la mayoría algo que se ha sabido en la detenida observación del cielo gracias a las principales personalidades de esa ciencia: que los fuegos de los tres astros superiores son los que al caer a las tierras reciben el nombre de rayos, especialmente los de Júpiter, que está situado en el centro, quizás porque expulsa de ese modo el exceso de humedad que había absorbido del círculo superior así como el de calor del inferior; y, por eso, se dice que Júpiter lanza los rayos. Así, pues, igual que de la madera ardiendo se desprende carbón con un crujido, así también sale despedido del astro el fuego celestial que lleva consigo los presagios… (Plinio el Viejo, Historia Natural, II, 20, 82).

Pero su sentido no es exclusivamente punitivo sino también benéfico puesto que como símbolo atmosférico precede a la tormenta que fecundará la tierra y generará las mieses.

Relacionado también con la luz da lugar a las distintas iluminaciones que irán rasgando la noche de la ignorancia.

El término irradiación indica la expansión de su energía en todos los puntos de la circunferencia y en la totalidad de los planos donde se expresa.

De la carta número XVI del Tarot hemos dicho: «Aquí vemos una torre construida con ladrillo (como la de Babel), cuya cabeza está siendo cortada por un rayo celeste. Es el símbolo de la destrucción de los esquemas viejos que propicia la construcción de otros nuevos. La ira divina que destruye la ilusión y la mentira para implantar la verdad. Dos personajes estrepitosamente caen a tierra, figurando a los falsos egos que van cayendo por su propio peso para dar lugar al verdadero Yo, oculto y esencial. El rayo representa la luz del espíritu; y las burbujas blancas, azules y rojas, los efluvios celestes que descienden a la tierra. Se la relaciona también con el betilo o piedra del rayo caída del cielo, con el martillo de Thor (…); generalmente se la asimila a las energías marciales y a los dioses guerreros y su rigor. Invertida puede anunciar desgracias y cataclismos». (F. González, El Tarot de los Cabalistas. Vehículo mágico).

Y en el «Diccionario de símbolos del Tarot» del mismo libro: «El rayo es el mensajero celeste que conecta cielo y tierra y anuncia la fertilidad promovida por las lluvias. Uno de los ejemplos más destacados de la ambivalencia de los símbolos es el del rayo, puesto que por un lado destruye –como su asociado el huracán– regenerando siempre la virginidad de lo pasivo. Lo mismo se dice de los volcanes. Recordemos que el rayo es el arma de Zeus-Júpiter, conocido benefactor y padre de dioses y diosas.» Barak Atanor.