DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Ninfas

Representadas como bellísimas muchachas llenas de gracia y hermosura constituyen la sutil imagen del animismo. Poblaban ríos, valles, mares, océanos, bosques, etc. Y eran conocidas como Náyades, Oréadas, Nereidas, Oceánidas, Melíades, Dríades, etc. Figuraban la magia de todo lo creado y aparecen en muchos mitos acompañando a las deidades principales; intervienen enmarcando escenas y dando vida a numerosos relatos con la frescura de sus encantos y amoríos como el de Dafne con Apolo o Calixto con Júpiter, para nombrar sólo estos dos; aunque los héroes participaban de estos himeneos entregándose a sus abrazos y desnudeces, o debían rechazarlas como Ulises con el fragor de las olas del proceloso mar y su inducción hipnótica, llamada también canto de las sirenas; aunque sin embargo pese a su punto de semejanza no se debe confundir a las sirenas con las ninfas, las que, en todo caso, guardan más parecido con las Musas y la inspiración que provocan.

Ninfas que en la corriente de Océano tuvisteis nacimiento, que habitáis las acuáticas grutas de la tierra, que criasteis a Dionysos, poderes de caminos secretos, que sostenéis los frutos y nutrís toda flor, terrestres, placenteras, que moráis en los prados, que vivís en las cuevas y en los antros cuya profundidad se extiende hasta los Infiernos.

Hylas y las Ninfas. John William Waterhouse, 1896
Hylas y las Ninfas
John William Waterhouse, 1896

Sagradas, oblicuas, que raudas os remontáis a través del aire, que cuidáis de las fuentes y el rocío, y de las laberínticas corrientes. Visibles e invisibles, que os alegráis vagando en la amplitud, y gentilmente atravesáis planeando los valles floridos.

Con Pan exultando en lo alto de las montañas, de voz resonante, y a quien deleitan rocas y bosques, Ninfas fragantes, vestidas de blanco, cuyo rápido paso refresca la brisa y embalsama el viento; que os complacéis con las cabras y los pastos, y las bestias de presa, nutridoras de los frutos, que no conocéis declive, que gozáis de los frescos parajes, cariñosas con los ganados, jugáis a través del océano errando libremente.

Ninfas de Nysa, arrebatadas, que os deleitáis en los robles, amantes de la primavera, radiantes vírgenes peonias.

Juntamente con Dionysos, y Deméter, escuchad mi plegaria.

Y conceded a la humanidad vuestro favor abundante; escuchad propicios la voz de vuestros suplicantes, acudid, y bondadosas en estos ritos regocijaos; Dadnos pródigas Estaciones, y adecuada riqueza, y verted, en perdurables corrientes, continua Salud. (Himnos Órficos, LI, ed. J. Maynadé).

Ninfas con Sátiro. Adolphe-William Bougureau, 1872
Ninfas con Sátiro
Adolphe-William Bougureau, 1872