DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Melki-Tsedeq

René Guénon en su libro El Rey del Mundo nos expresa:

Se dice en las tradiciones orientales que el Soma, en una cierta época, devino desconocido, de suerte que fue menester, en los ritos sacrificiales, sustituirle por otro brebaje, que no era ya más que una figura de este Soma primitivo 1; este papel fue desempeñado principalmente por el vino, y es a lo que se refiere, en los Griegos, una gran parte de la leyenda de Dionysos 2. Ahora bien, el vino se toma frecuentemente para representar la verdadera tradición iniciática: en hebreo, las palabras iaïn «vino», y sod «misterio», se sustituyen la una a la otra porque tienen el mismo número 3; en los Sûfis, el vino simboliza el conocimiento esotérico, es decir, la doctrina reservada a la élite y que no conviene a todos los hombres, lo mismo que no todos pueden beber el vino impunemente. De eso resulta que el empleo del vino en un rito confiere a éste un carácter claramente iniciático; tal es concretamente el caso del sacrificio «eucarístico» de Melquisedek. 4

El nombre de Melquisedek, o más exactamente Melki-Tsedeq, no es otra cosa, en efecto, que el nombre bajo el cual la función misma del «Rey del Mundo» se encuentra expresamente designada en la tradición judeocristiana. Hemos vacilado un poco a la hora de enunciar este hecho, que conlleva la explicación de uno de los pasajes más enigmáticos de la Biblia hebraica, pero, desde que estábamos decididos a tratar esta cuestión del «Rey del Mundo», verdaderamente no nos era posible pasarla bajo silencio. Podríamos retomar aquí las palabras pronunciadas por San Pablo a este propósito: «Sobre este punto, tenemos muchas cosas que decir, y cosas difíciles de explicar, porque habéis devenido lentos en comprender» 5.

He aquí primero el texto mismo del pasaje bíblico del que se trata: «Y Melki-Tsedeq, rey de Salem, hizo traer pan y vino; y era sacerdote del Dios Altísimo (El Elion). Y bendijo a Abram 6, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, poseedor de los Cielos y de la Tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que ha puesto a tus enemigos entre tus manos. Y Abram le dio el diezmo de todo lo que había tomado» 7.

(…) He aquí ahora en qué términos comenta San Pablo lo que se dice de Melki-Tsedeq: «Este Melquisedek, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que fue al encuentro de Abraham cuando volvía de la derrota de los reyes, que le bendijo, y a quien Abraham dio el diezmo de todo el botín; que, según la significación de su nombre, es primero rey de Justicia, y después rey de Salem, es decir, rey de Paz; que es sin padre, sin madre, sin genealogía, que no tiene ni comienzo ni fin de su vida, sino que es hecho así semejante al Hijo de Dios; este Melquisedek permanece sacerdote a perpetuidad» 8.

Ahora bien, Melki-Tsedeq es presentado como superior a Abraham, puesto que le bendice, y, «sin duda, es el inferior el que es bendecido por el superior» 9; y, por su lado, Abraham reconoce esta superioridad puesto que le da el diezmo, lo que es la marca de su dependencia. Hay en eso una verdadera «investidura», casi en el sentido feudal de esta palabra, pero con la diferencia de que se trata de una investidura espiritual; y podemos agregar que ahí se encuentra el punto de unión de la tradición hebraica con la gran tradición primordial. La «bendición» de que se habla es propiamente la comunicación de una «influencia espiritual», en la que Abraham va a participar en adelante; y se puede precisar que la fórmula empleada pone a Abraham en relación directa con el «Dios Altísimo», que este mismo Abraham invoca después identificándole con Jehovah 10.

Melkitsedeq y Abraham. Retablo de Nicolás de Verdún, Klosterneuburg, Austria, s. XII.
Melkitsedeq y Abraham. Retablo de Nicolás
de Verdún, Klosterneuburg, Austria, s. XII

También en el Zohar leemos:

Y Melkizédek rey de Salem trajo pan y vino. R. Simeón citó aquí el texto «En Salem también está su tabernáculo». Dijo: cuando Dios decidió crear el mundo, primero produjo una llama de una lámpara centelleante. Sopló de un lado a otro, produciendo oscuridad y fuego y desde las reconditeces del abismo produjo cierta gota que juntó con la llama y de los dos creó el mundo. La llama ascendió y se enroscó con la Izquierda, y la gota ascendió y se enroscó con la Derecha. Luego cruzaron y cambiaron los lugares, subiendo y bajando alternadamente y se entremezclaron y de entre ellos surgió un viento pleno. Entonces esos dos lados fueron hechos uno y el viento fue puesto entre ellos y se entretejieron y hubo armonía arriba y armonía abajo; el grado fue firmemente establecido, la letra he ascendió y se unió en un vínculo perfecto. A esto se refieren las palabras «Melkizédek –literalmente, rey de justicia– Rey de Salem» –literalmente, completitud–, es decir el rey que gobierna con soberanía completa. ¿Cuándo es él completamente rey? En el día de la Expiación, cuando todos los rostros están iluminados. Según otra explicación, Melkizédek se refiere al mundo inferior y «rey de Salem» al mundo superior; y el versículo indica que ambos están inseparablemente intrincados, dos mundos como uno, de modo que el mundo inferior también es el todo, y el todo es uno. (El Zohar I, Lej Lejá).

2. Acerca de Melquisedec

Creo que debe ser entendido de cuantos habrán de participar de la beatitud eterna, lo que se escribió sólo de Melquisedec: que careció de padre y madre y que ningún principio tuvieron sus días por generación en la esencia, ni final de sus tiempos. Ciertamente carecerán de todo límite local y temporal todos los que retornen a sus razones eternas, que no tienen inicio de tiempo por generación en el lugar y el tiempo, ni final por resolución, ni están circunscritos por ninguna posición local; de esta manera radicarán sólo en ellas y en ninguna otra cosa. Y se adherirán a la Causa de todas las cosas, que carece de toda circunscripción por ser infinita, como infinitos en el infinito y, por lo tanto, sólo Dios aparecerá en ellos cuando trasciendan los límites de su naturaleza. No ciertamente porque perezca en ellos su naturaleza, sino porque en ellos sólo aparecerá lo único que verdaderamente es, que en esto consiste trascender la naturaleza. (Juan Escoto Eriúgena, División de la Naturaleza, 482d-483a, trad. F. J. Fortuny).

 

Notas

1 «Según la tradición de los persas, hubo dos tipos de Haoma: el blanco, que no podía ser recogido más que sobre la ‘montaña sagrada’, llamada por ellos Alborj, y el amarillo, que reemplazó al primero cuando los ancestros de los Iraníes hubieron dejado su hábitat primitivo, pero que, a su vez, fue perdido igualmente después. Aquí se trata de las fases sucesivas del obscurecimiento espiritual que se produce gradualmente a través de las diferentes edades del ciclo humano.»

2 «Dionysos o Bacchus tiene nombres múltiples, que corresponden a otros tantos aspectos diferentes; bajo uno de esos aspectos al menos, la tradición le hace venir de la India. El relato según el cual nació del muslo de Zeus reposa sobre una asimilación verbal de las más curiosas: la palabra griega mêros, ‘muslo’, ha sustituido al nombre del Mêru, la ‘montaña polar’, al que es casi idéntica fonéticamente.»

3 «El número de cada una de estas dos palabras es 70.»

4 «El sacrificio de Melquisedek se considera habitualmente como una ‘prefiguración’ de la Eucaristía; y el sacerdocio cristiano se identifica en principio al sacerdocio mismo de Melquisedek, según la aplicación hecha a Cristo de esta palabra de los Salmos: ‘Tu es sacerdos in aeternum secundum ordinem Melchissedec’ (Salmos, CX, 4).»

5 «Epístola a los Hebreos, V, 11.»

6 «El nombre de Abram todavía no había sido cambiado entonces en Abraham; al mismo tiempo (Génesis, XVII), el nombre de su esposa Saraï fue cambiado en Sarah, de suerte que la suma de los números de ambos nombres permaneció la misma.»

7 «Génesis, XIV, 19-20.»

8 «Epístola a los Hebreos, VII, 1-3.»

9 «Idem, VII, 7.»

10 «Génesis, XIV, 22.»