DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Caos

Ovidio Nasón abre así su Metamorfosis:

Antes que el mar, la tierra y el firmamento / que todo lo contiene, se criase / Faltaba a la naturaleza su ornamento / Cosa no había que en sí diferenciase / de otra, que un semblante se notaba / doquiera que la vista se emplease / Caos aquel abismo se llamaba / por ser la confusión de tal grandeza / que indivisa y sin orden se hallaba / No era más que peso de rudeza / donde estaban discordantes las simientes / que concordó después naturaleza.

Asimismo en el Génesis puede leerse:

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. (Gn. I, 1-2).

Como se ve el Caos está asociado a lo informe, a lo latente, aún a lo no nacido, y como tal tiene las virtudes de lo germinal; del cultivo inicial. La potencia de lo virtual.

Gigantes y Titanes son los protagonistas del caos griego antes de la creación de los dioses, los que luchan contra ellos y los vencen.

2. Lo opuesto al orden; primero fue el Caos, de este nació el Orden.

En términos universales, la Creación es un Orden que nace del Caos Primigenio.

En sentido humano, el ser ordinario vive sumido en un caos, signado por la ignorancia, el embrollo, la desorganización y el revoltijo.

La iniciación lo lleva paulatinamente al concierto, la armonía, la simetría, el ritmo y por fin al centro.

Allí, sin embargo todo es indiferenciado pues en la unidad no hay acepción de personas, o cosas ningunas ya que la dualidad ha sido conciliada. Es decir nos encontramos nuevamente en un caos, por lo que el iniciado partiendo del caos inferior llega por el proceso de Conocimiento, al Caos superior, a la bien llamada docta ignorancia, donde cualquier afirmación es imposible. En las Tinieblas –más que luminosas– del No Ser.

Estas son también las dos acepciones del color negro; por lo más alto, la ausencia de color; en su sentido inferior, por debajo de la luz, en la oscuridad que aquél representa.