DICCIONARIO DE SIMBOLOS Y TEMAS MISTERIOSOS
Federico González Frías

DICCIONARIO

Atenas

Como había discusión entre Neptuno y Minerva sobre quién fundaría la primera ciudad en tierra ática, tomaron por juez a Júpiter. Puesto que Minerva fue la primera en plantar en aquella tierra un olivo, que según algunos sigue hoy día en pie, la sentencia se decantó a su favor. Pero Neptuno, enfadado quiso inundar esta tierra con el agua del mar, hecho que Mercurio, siguiendo las órdenes de Júpiter, le prohibió hacer. Así pues, Minerva fundó la ciudad de Atenas, dándole su propio nombre, ciudad que, dicen, fue la primera organizada en la tierra.

Así describió Cayo Julio Higinio en sus Fábulas, la fundación de Atenas.

La Acrópolis (lo alto de la ciudad) estaba constituida por una serie de edificios entre los que el más famoso era el Partenón o Templo de Atenea, edificado en mármol blanco –aunque pintado en su tiempo– y en la que en una de sus laderas se encontraba el Teatro donde estrenaron sus obras los más prestigiosos dramaturgos clásicos, amén de otras importantes construcciones.

La Acrópolis de Atenas.

Foto de la Acrópolis de Atenas en la actualidad, donde puede reconstruirse con facilidad aquélla y los distintos edificios comenzando a la izquierda con los Propileos (Pórticos) de entrada que incluyen junto a sus escalinatas un pequeño templo a Atenea Niké, siguiendo hacia el gran Partenón quedando a su izquierda el Erecteión. En primer plano al pie de la roca el Teatro de Dionisos sostenidas sus gradas por los arcos de la derecha.

Estas obras fueron levantadas según las evidencias sobre otras ruinas micénicas y se sabe que el actual Erecteión adornado con seis cariátides había sido la sede del anterior Templo de Atenea, ornada por una estatua de Polias Atenea. En cambio el nuevo templo fue iniciado por Pericles en el 447 a. C. y ostentaba en su interior otra estatua, obra de Fidias, dedicada a Atenea Partenos.

Otro de los más importantes sitios de la capital griega ha sido la Academia platónica llamada así por hallarse situada en los jardines de Academo que había rendido culto allí a los gemelos Cástor y Pólux y que fue fundada por Platón alrededor del 390 a. C. basándose en las enseñanzas de Sócrates y también de Pitágoras y el orfismo donde concurrieron con toda seguridad los personajes que pueblan sus diálogos. La Academia continuó sus enseñanzas hasta el 591 d. C. En este tiempo se refundó varias veces siendo uno de sus últimos representantes el neoplatónico Proclo, aunque prosiguió viva por cuanto la Tradición Platónica ha continuado presente hasta nosotros, especialmente con el impulso que le otorgó Marsilio Ficino durante el Renacimiento ya que logró mediante su labor revitalizar otra vez el pensamiento del filósofo griego.

También Atenas realizó su Utopía bajo un régimen republicano, guerrero y noble según Platón nos narra en Critias, 112a-c:

En primer lugar, la acrópolis no era entonces como es ahora, pues una noche de lluvia torrencial erosionó toda la tierra que la rodeaba y la dejó desnuda, pues hubo terremotos unidos a un gran diluvio, el tercero antes de la destrucción en época de Deucalión. (…) El estamento de los guerreros ocupaba independiente y aislado el sitio superior alrededor del templo de Atenea y Hefesto, circundado por una valla como el jardín de una casa. Habitaban la parte norte de la acrópolis, donde habían construido habitaciones comunes y comedores para el invierno y todas las construcciones de ellos y los templos de los dioses que convenía que tuviera la república común, sin oro ni plata –pues no los usaban nunca para nada, sino que buscaban el término medio entre la prepotencia y la pusilanimidad y habitaban en casas ordenadas, en las que ellos y los hijos de sus hijos envejecían y traspasaban siempre en el mismo estado a otros semejantes.